miércoles, 19 de diciembre de 2007

La Balesquida recupera su patrimonio

La restauración de la talla de Santa Brígida, de finales del XVII, fue presentada ayer al acabar la misa en honor de la Virgen de la Esperanza

A la devoción que despierta entre los ovetenses la Virgen de la Esperanza, advocación a la que la Cofradía de La Balesquida tiene dedicada su capilla, se le ha sumado este año el interés por el resultado de la restauración de la talla de Santa Brígida, de finales del siglo XVII. Ayer, al finalizar la concurrida misa celebrada en honor de la Virgen de la O -denominación que también se le aplica popularmente a la Esperanza-, la autora de la recuperación de la imagen, la restauradora Paula Sánchez, dio cuenta de su trabajo y reveló algunos detalles interesantes de la intervención.
Elena FERNÁNDEZ-PELLO La celebración de Nuestra Señora de la Esperanza o de la O, advocación a la que está dedicada la capilla de la Cofradía de La Balesquida, reunió en ese pequeño recinto a decenas de socios, cofrades y devotos que se apretaron para rezarle a la Virgen, en una misa que fue oficiada por el párroco de San Tirso, Ángel Rodríguez, y a la que asistieron, sentados en la primera fila, varios cargos de la propia cofradía y el presidente de su sociedad protectora, Francisco Blanco. Este año la festividad ha tenido un aliciente añadido, al ofrecer la oportunidad de presentar el resultado de la restauración de la talla que representa a Santa Brígida y que en el interior de la capilla preside el retablo lateral derecho. Al acabar la misa, la responsable de ese trabajo, Paula Sánchez Ablanedo, explicó el proceso de restauración de la imagen, datada entre finales del siglo XVII y principios del siguiente. La restauradora, responsable del departamento de bienes muebles de la empresa M. C. Conservación y Restauración, empleó en la ejecución de esta intervención seis meses, en los que recuperó la policromía original de la escultura eliminando las capas superpuestas de pintura. La pieza también estaba muy deteriorada por el efecto de hongos e insectos que atacan la madera. Entre los detalles de los que Paula Sánchez dio cuenta ayer a cofrades y socios, está el hallazgo de la inscripción original de la peana. Sólo una parte puede leerse, así que la restauradora lanzó una invitación «a quien nos pueda ayudar a descifrar la última parte». También informó de la presencia, detectada durante los meses que duraron los trabajos de restauración, de barniz de colofonia -elaborado con resina de pino- y albayalde o blanco de plomo en la pintura original. La cruz que la santa sostiene en la mano derecha, según la restauradora, no formaba parte de la imagen en un principio, sino que fue añadida posteriormente. De todos modos, como se trata de una imagen destinada al culto y ese añadido no entraña ningún riesgo para la conservación de la talla, se ha mantenido la cruz. La imagen de Santa Brígida compartió protagonismo durante la celebración de ayer con la de Nuestra Señora de la Esperanza, que a la derecha del altar presidió la ceremonia. En el lugar que ocupa habitualmente, en el retablo central, se colocó una pequeña imagen de la Virgen.

La Nueva España 19/12/07

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